Las firmas legales latinoamericanas, protagonistas en la tendencia de adopción de las criptomonedas

Marc Gericó: “Ante el grave problema de la inflación y la necesidad de no perder el tren del desarrollo tecnológico, la adopción de las criptomonedas en América Latina ha sido muy importante”

Algunos países latinoamericanos se han puesto a la cabeza en el uso de activos digitales. Muchos de ellos, como Argentina, han visto limitada la cantidad de moneda local que pueden cambiar por monedas internacionales, como el dólar estadounidense o el euro, por lo que han encontrado en las criptomonedas una manera de estabilizar sus tipos de cambio y la economía nacional.

El Salvador, por ejemplo, declaró, el pasado septiembre, la criptomoneda como moneda de curso legal. Cuba y Venezuela también hacen uso de este activo digital; en este caso, para poder comprar bienes y servicios mientras luchan contra las sanciones de Estados Unidos. 

Estos países han acogido la criptomoneda dada la baja penetración de los servicios financieros tradicionales en la región, los picos de inflación, las fluctuaciones de divisas y una amplia familiaridad con métodos de pago sofisticados en ciertos países, adoptados para combatir las altas tasas de fraude.

Según opina nuestro managing partner, Marc Gericó, para Law.com, “ante el grave problema de la inflación y la necesidad de no perder el tren del desarrollo tecnológico, la adopción de las criptomonedas en América Latina ha sido muy importante“.

Nuestra consultora, desde el año pasado, acepta activos digitales como pago de servicios (Bitcoin y Ethereum). Esta nueva modalidad nació para apoyar la flexibilidad y diversidad, especialmente en países como Argentina, en el que sus empresas ya han dado el paso a pagar con criptomonedas a sus proveedores.

Los bufetes latinoamericanos y del Caribe quieren avanzar digitalmente a la par que la región, adelantada en este aspecto. Por ello, tratan de mantenerse actualizadas e impulsar cada vez más sus áreas de privacidad y protección de datos, Propiedad Intelectual, tecnología y financiación del consumo.

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